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Tras las huellas de Belgrano

Continuando con las actividades propuestas por el Área Turismo y Cultura municipal para recordar los 250 años del nacimiento del General Manuel Belgrano, y 200 de su fallecimiento, seguimos compartiendo imágenes, relatos y datos sobre su vida y obra.
En esta oportunidad proponemos hablar de Belgrano y su hija Manuela, ilustrando con fotos.

Manuela Mónica, hija de Belgrano
Manuel Belgrano conoció a María Dolores Helguero en Tucumán y comenzaron un romance; tiempo después los padres la obligaron a casarse con otro hombre, al que ella no amaba, que al poco tiempo la abandonó.
Belgrano volvió a Tucumán con motivo del Congreso General Constituyente en 1816, volvió a encontrarse con Dolores; a pesar del amor que sentían el uno por el otro, y aunque ella no estuviera con su marido, no podían contraer matrimonio ya que Dolores seguía legalmente casada. Belgrano vivió en nuestra provincia entre 1816 y 1819. En mayo de 1819 nació Manuela Mónica. Ese año, Belgrano debió regresar a Buenos Aires por cuestiones de salud. Recordemos que el general fallece en junio de 1820, en su testamento le pidió a su hermano y albacea, Domingo Estanislao, que pagadas todas sus deudas, aplicase el remanente de sus bienes a favor de una hija natural llamada Manuela Mónica que de poco más de un año había dejado en Tucumán.
De acuerdo a los deseos de su padre, cuando Manuela había cumplido 5 años, fue llevada a Buenos Aires y vivió junto a su tía Juana Belgrano de Chas. Aprendió inglés y francés y desarrolló una amplia cultura general.
Se casó con Manuel Vega Belgrano, un primo, con quien tuvo tres hijos: Manuel, Carlos y Flora Vega Belgrano, quien se casó luego con su tío, Juan Carlos Belgrano. De esa relación nacieron Manuel, Mario y Néstor Belgrano. Ellos son los primeros descendientes directos del General con el apellido Belgrano.
De esa descendencia el bisnieto, homónimo del General, es presidente del Instituto Nacional Belgraniano, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación. Con orgullo por su antepasado participa activamente en la difusión de la vida, obra y valores éticos del prócer.

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