Historia

reserva001La reserva natural educativa “Montecito de Lovera” se encuentra en Cerrito, Entre Ríos, aproximadamente a 50km de Paraná, la capital de la provincia. Fue oficialmente inaugurada el 26 de diciembre de 2003, pero funciona como tal desde fines del año 2001.Originalmente, esta área estaba ocupada por bosques nativos de la Región Fitogeográfica del Espinal, y fue modificándose con las actividades de los colonizadores que desde fines del siglo XIX, se dedicaron fundamentalmente a la agricultura. El avance de la misma ha producido profundos cambios y una disminución notable de la superficie ocupada por el bosque nativo, creando un paisaje en mosaico de parcelas cultivadas y relictos de montes.A principios de siglo los bosques del Espinal cubrían casi un 40% de nuestro territorio continental, hoy esa superficie no llega al 12% y solo el  0,1% está representado  en nuestro sistema Nacional de Áreas Protegidas. El “Montecito de Lovera” está en el extremo noreste de la localidad de Cerrito y coincide con el comienzo de una cuenca que comprende un sistema de arroyos que desaguan en el río Paraná, distante 17 km, y conecta con un número importante de corredores de bosques en galería. Este sistema permite mantener una rica diversidad en el predio destinado a la reserva. El área protegida tiene una extensión de 6 hectáreas, las especies arbóreas dominantes son el algarrobo, ñandubay, espinillo, chañar, talita, palmera caranday; y en dicho predio se encuentran representados distintos tipos de ambientes, desde el bosque maduro cerrado, bosque bajo abierto, pastizal, zonas bajas anegadas y laguna.  Desde hace varias generaciones el “Montecito de Lovera” tuvo un uso recreativo. Los abuelos hacían  allí los pic-nics de la primavera y no son pocos los que han pescado en la laguna o practicaron tiros de gomera contra la tuna.A lo largo de los años, la imaginación popular lo soñó jardín botánico o zoológico. Finalmente, el proyecto largamente postergado de María  Elena Zaccagnini y la generosidad de la familia de Héctor Lovera, que donó a la Municipalidad el inmueble, hicieron posible convertir ese espacio en reserva natural que además de conservar, educa a la comunidad sobre la importancia de respetar los procesos ecológicos para sostener la vida y el bienestar de los hombres. Estimulados por el proyecto, los docentes de Cerrito se capacitaron en educación ambiental y asumieron la responsabilidad de diseñar los senderos temáticos y desarrollar los contenidos a trabajar en la reserva para los distintos niveles de la educación, tanto de las escuelas locales como las visitantes.Además, la reserva esta pensada para ofrecer a la comunidad local y regional de un lugar de recreación, de acercamiento y sensibilización a las particularidades del bosque que, por estar tan cerca, suelen no ser apreciadas.

Misión.

Conservar y proteger los recursos naturales y culturales del Montecito. Educar sobre la importancia del uso sustentable de los recursos naturales como fuente de bienestar económico, espiritual, cultural, estético y recreativo.Promover el acceso público al conocimiento, al paisaje y a actividades de esparcimiento y recreación. Incentivar la gestión participativa y la planificación estratégica de la reserva. Desarrollar los talentos y vocaciones propios de los distintos sujetos.

Senderos.

La reserva tiene trazados tres senderos que suman en total 900 m. El Sendero 1 (S1=530m), interpreta al bosque y la importancia del agua para el desarrollo del mismo y del funcionamiento del ecosistema, el Sendero 2 (S2=200m) interpreta a los animales, sus huellas y sus vinculaciones con distintas características de los ambientes y los recursos disponibles en el bosque, y el Sendero 3 (S2=195m), enfoca la historia del Montecito de Lovera, desde el paso histórico de Manuel Belgrano en su paso al Paraguay, los bailes de los pobladores fundadores de Cerrito, y la visión antropocéntrica del bosque a la ciudad. En cada sendero se proyecta ofrecer cartelería descriptiva de las especies, preguntas relacionadas al tema del sendero, y oportunidades de interpretación o respuesta a las mismas. Para los fines educativos, se ha diseñado material de folletería con guías para los docentes y los alumnos, con descripciones de los distintos ambientes y recursos del montecito, y con actividades de indagación relacionadas a distintos temas según la temática de los senderos a partir de la  que los docentes que planean visitar la reserva, pueden planificar las actividades con los alumnos de los distintos niveles educativos, desde el jardín hasta el polimodal.

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