El 2021 fue declarado por la Asamblea General de la ONU como el Año Internacional de las Frutas y las Verduras, para promover el aumento del consumo de estos grupos de alimentos, reducir el impacto medioambiental, y fomentar estilos de vida más saludables.
“Las frutas y verduras son la piedra angular de una dieta sana y variada. Proporcionan al cuerpo humano abundantes nutrientes, refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen a reducir el riesgo de contraer muchas enfermedades. Sin embargo, a pesar de estos enormes beneficios, no las consumimos en cantidades suficientes”, aseguró el Secretario General de la ONU durante el lanzamiento oficial del Año.
La iniciativa busca brindar atención a un sector crítico e instar a que se adopte un enfoque más integral de la producción y el consumo que beneficie a la salud humana y al medio ambiente.
Una alimentación sana es buena para los humanos y el planeta
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas resalta la función que desempeñan los sistemas alimentarios en la lucha contra el hambre, la eliminación de la pobreza y la protección del planeta.
Es necesario aprovechar el Año Internacional para reconsiderar la relación con el modo en que se producen y consumen alimentos. Es necesario revisar nuestros sistemas alimentarios y comprometernos con un mundo más sano, resiliente y sostenible en el que todas las personas tengan a su alcance, y puedan permitirse, la nutrición variada que necesitan.
Las frutas y las verduras luchan contra la obesidad
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, tres de cada cuatro muertes en América Latina y Caribe son causadas por enfermedades no transmisibles generadas por el sobrepeso y obesidad tales como: enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes.
El Año Internacional de Frutas y Verduras busca controlar estas cifras y concienciar acerca de los beneficios de estos alimentos.
Estrategias para dietas más saludables desde la agricultura
La FAO explica que la función principal del sector de la alimentación y la agricultura es alimentar adecuadamente a las personas aumentando el nivel de consumo de dietas diversas y nutritivas que estén en consonancia con las recomendaciones dietéticas y todas las dimensiones de la sostenibilidad.
A nivel mundial, se están desarrollando estrategias nacionales para fomentar dietas saludables y reducir la ingesta de alimentos con altos niveles de grasas, azúcar, sal y calorías, que son los principales factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, y fomentar el consumo diario de un mínimo de 400 gramos de frutas y verduras.
La producción de frutas y verduras genera niveles de ingresos comparativamente más altos en comparación con otros cultivos básicos tradicionales y ofrece un inmenso margen para aumentar los niveles de ingresos de los pequeños agricultores y los agricultores familiares. En comparación con otros sectores de producción agrícola, el sector de las frutas y hortalizas es mucho más intensivo en mano de obra, lo que genera empleo e ingresos, especialmente para las mujeres de las zonas rurales.
La producción de estos alimentos también ofrece oportunidades para aumentar la eficiencia del uso de la tierra, el agua y otros insumos agrícolas. En comparación con otras categorías de productos alimenticios (lácteos, pescado, cereales, etc.), las frutas y verduras sufren los niveles más altos de pérdida y desperdicio desde la producción hasta el consumo.
La pandemia de Covid-19 ha afectado las cadenas de suministro de alimentos, aumentando el riesgo de pérdida y desperdicio de alimentos en productos perecederos como frutas y verduras, pescado y leche, debido a retrasos en la producción y entrega, y la escasez de mano de obra, incluida la de trabajadores temporales y migrantes, así como la necesidad de implementar medidas apropiadas, incluida la bioseguridad, para salvaguardar alimentos, seguridad alimentaria y nutrición suficientes, inocuos y nutritivos.
Fuente: news.un.org