Con el lema “Por unos cuidados más justos”, el 4 de febrero de 2022 se celebra el Día Mundial contra el cáncer, con el objetivo de fortalecer las acciones destinadas a mejorar el acceso a una atención de calidad, incluyendo la detección temprana, el tratamiento y los cuidados paliativos.
Concientizar sobre la enfermedad, factores de riesgo y consejos para fomentar la prevención, es el fin de esta fecha promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC). En este sentido, la idea es incrementar la concientización al divulgar y difundir información sobre las acciones que hay que llevar adelante para reducir la mortalidad causada por esta enfermedad.
¿Qué es el cáncer?
Cuando hablamos de cáncer nos referimos a un amplio grupo de enfermedades que comienzan en las células.
El cáncer puede empezar casi en cualquier lugar del cuerpo, debido a que nuestro organismo está formado de muchos tipos de células. Normalmente, las células crecen y se dividen para producir nuevas que son indispensables para mantenernos sanos. Algunas veces este proceso se descontrola: nuevas células se siguen formando cuando el cuerpo no las necesita y otras viejas no mueren cuando deberían hacerlo, formando tumores. Los tumores pueden ser benignos o malignos. Los benignos no son cancerosos ya que las células no se diseminan a otras partes del cuerpo, generalmente se pueden extirpar y en la mayoría de los casos no reaparecen. Los tumores malignos son cancerosos, dado que sus células tienen anomalías, se dividen sin control, pueden invadir y destruir el tejido a su alrededor, entrar al torrente sanguíneo o al sistema linfático y diseminarse a otros órganos.
Cuáles son los factores de riesgo
Un gran número de enfermedades no transmisibles se pueden prevenir y comparten los mismos factores de riesgo. Los expertos estiman que los cinco principales riesgos para la salud se relacionan con los hábitos y la alimentación. Ellos son: el índice alto de masa corporal, una baja ingesta de frutas y verduras, la poca o nula actividad física, fumar e ingerir alcohol excesivamente, y el consumo de tabaco.
Prevención
-Adoptar una alimentación saludable basada tanto en el consumo diario de frutas y verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, como en la reducción del consumo de fiambres, embutidos, manteca , leche entera y de productos de pastelería, snacks y golosinas, entre otros.
-Realizar actividad física todos los días, al menos 30 minutos.
-Evitar el consumo excesivo de alcohol (más de dos vasos de vino o 350 cc de cerveza por día).
-Evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16 horas y utilizar protectores solares y ropa que proteja la piel. Estas medidas deben extremarse especialmente en los grupos más vulnerables: niños menores de 3 años y personas de piel blanca, cabello y ojos claros. Es importante seguir estas recomendaciones no solo en verano sino en todo el año.
-Usar preservativo en todas las relaciones sexuales para reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), asociado con la probabilidad de desarrollar Linfoma y Sarcoma de Kaposi y el Virus del Papiloma Humano (VPH) asociado con cáncer de cuello de útero. Es importante aclarar que dado que el VPH se transmite por contacto sexual (por ejemplo, manos en contacto con zonas genitales), el uso del preservativo no evita totalmente su transmisión.
-Evitar el tabaco y mantener los ambientes libres de humo.
Diagnostico
Los controles médicos frecuentes son fundamentales para detectar a tiempo el cáncer, dado que en sus etapas iniciales la mayoría de los tumores son asintomáticos.
La detección temprana al diagnosticar la enfermedad en las primeras fases para dar un tratamiento más efectivo, al inicio de los síntomas o si es posible, antes de su desarrollo, cuando el tumor está localizado en el órgano de origen, sin invasión de otros tejidos vecinos.
*Datos extraídos del sitio web del Instituto Nacional del Cáncer