El 10 de junio es un día dedicado a promover la educación vial como una estrategia para reducir los accidentes de tránsito y sus gravísimas secuelas. Una jornada que busca llamar la atención y concientizar a toda la sociedad.
La fecha elegida rememora un curioso suceso de la vida nacional: el cambio de mano. En nuestro país antes regía la norma que ordenaba el sentido del tránsito por la mano izquierda (al igual que en Gran Bretaña); pero el 10 de junio de 1945 se decretó el sentido del tránsito por la derecha, tal como la norma generalizada hoy en la mayoría de los países. Seguramente este es nada más que un día simbólico, es evidente que todo lo que se quiera decir o accionar de parte de las autoridades, de poco servirá si cada uno de los usuarios de la vía pública no pone su grado de compromiso y responsabilidad. Por lo general a la hora de un desenlace trágico en un acontecimiento de tránsito buscamos las culpas en los demás, sin asumir nuestra propia responsabilidad. El día que cambiemos esta actitud, reconozcamos nuestros propios errores y tratemos de cambiar nuestra conducta, estaremos en el camino correcto y quizás logremos revertir la triste realidad que ostentamos los argentinos en materia de tránsito. Como lo pregonamos en el concurso de preguntas y respuestas organizado por nuestra municipalidad en el año 2010, tomando como slogan la frase “Prudencia, Responsabilidad y Compromiso, pilares para un buen desempeño en la vía pública”, estas palabras encierran una gran verdad y un compromiso ineludible a la hora de manejarnos como usuarios de la vía pública.
Pongamos cada uno nuestro granito de arena y estaremos colaborando en una problemática que nos afecta a todos por igual, ya que ninguno de nosotros estamos librados de este flagelo, no esperemos soluciones mágicas, pero sí apostemos a erradicar nuestras malas costumbres y de a poco tratar de enmendar nuestros errores, salvaguardando así la integridad física propia y en consecuencia la de los demás.
Es un consejo del Área Tránsito de la Municipalidad de Cerrito