Bajo el lema “Muévase para vivir”, este 6 de abril se conmemora mundialmente el Día de la Actividad física, fecha que ha sido institucionalizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que tiene como objeto promover en la comunidad la importancia de la realización de ejercicio para la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles, así como para la reducción de los síntomas de depresión y ansiedad, y la mejora en la concentración, el aprendizaje y el bienestar en general.
Por ello desde el programa local “Crecer en Salud”, se recomienda a toda la población, realizar actividades que permitan una mejor calidad de vida.
Debido a que cuatro de cada 10 personas adultas mayores de 18 años, no realizan la actividad física recomendada por la OMS (al menos 30 minutos diarios) resulta de gran importancia concientizar a la población sobre los beneficios de mantener un estilo de vida físicamente activo.
Beneficios para todas las etapas de la vida
En las diferentes etapas de la vida el desarrollo del ejercicio es altamente favorable: en la niñez y la adolescencia colabora en mantener un peso saludable y el perfil metabólico, mejora la salud cardiovascular y músculo esquelética; así como el estado anímico. También tiene el potencial de brindar oportunidades para desarrollar interacciones sociales, sentimientos de satisfacción personal y bienestar mental.
En los adultos, además de estos beneficios, disminuye el riesgo de padecer hipertensión, diabetes mellitus tipo 2 y muertes por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Además, reduce la incidencia de algunos tipos de cánceres. Con relación a la salud mental, disminuye el riesgo de demencia, mejora la función cognitiva y los síntomas de ansiedad y depresión.
Por su parte, en las personas mayores permite que el riesgo de caídas y lesiones asociadas sea menor, además de mejorar la funcionalidad física en aquellos con y sin fragilidad.