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Alimentación en tiempos de COVID-19

Nos encontramos atravesando una situación única en la vida. Para todos, de un modo u otro, han cambiado las rutinas habituales. Algunos se encuentran durante más tiempo en sus hogares, mientras que otros deben afrontar jornadas laborales en donde la protección debe ser mayor ante los riesgos que genera la enfermedad.
El estado de salud previo de la persona es predictivo de cómo puede ser su evolución. Es conocido que tienen más riesgos de complicaciones los adultos mayores, personas con enfermedades respiratorias, oncológicas, inmunodeprimidos, desnutridos, pero también lo son quienes padecen enfermedades crónicas mal controladas como la hipertensión y la diabetes. Se ha comprobado que las personas con sobrepeso y obesidad tienen el 86% mayor de riesgo de desarrollar una neumonía severa en caso de sufrir la enfermedad del COVID-19.
El intentar mantener una alimentación que pueda ser lo mas variada posible, incluyendo todos los grupos de alimentos (suficiente cantidad de frutas y verduras, carnes magras, huevos y lácteos descremados, cereales preferentemente
integrales y legumbres, aceites y semillas), ingiriendo también adecuada cantidad de agua, nos proveerá de suficientes nutrientes que actuarán como sustancias antiinflamatorias y antioxidantes, ayudando a sostener un buen estado clínico-
nutricional.
A pesar de que no está recomendada la suplementación en personas sanas como prevención de la enfermedad, en las personas vulnerables es propicio aumentar el consumo de alimentos ricos en Vitaminas como la A (frutas y verduras de color
naranja), D (lácteos y huevos), C (cítricos, tomate), E (aceites vegetales) y K(hortalizas de color verde oscuro), minerales como el zinc (legumbres, carnes) y el selenio (huevos, hígados, cereales integrales) y ácidos grasos omega 3 (nueces, semillas, atún), para mejorar su estado de salud previo. Por otro lado, el objetivo en la población general es reducir el consumo habitual de alimentos que actúen antagónicamente, es decir que sean pro-inflamatorios como las grasas de origen animal, alimentos precocidos o comidas rápidas con alto contenido de sal, frituras y alcohol, evitando también otros hábitos desfavorables como el consumo de tabaco y el sedentarismo. El musculo es un tejido altamente activo que ayuda a regular la inmunidad. Mantener rutinas de ejercicios diarios, fáciles de sostener, que no solo mantengan la masa muscular, sino que contribuyan a mejorar el estado de ánimo, al igual que las rutinas de sueño, harán que podamos sobrellevar de mejor manera la cuarentena y salgamos fortalecidos en todos los aspectos de nuestra vida, que seguramente después de esto, no será la misma.
En ningún caso la alimentación, por sí misma, evita o cura la infección por coronavirus, o por cualquier otro virus, pero sí es vital promover ingestas de alimentos saludables enfocadas en el mantenimiento de la salud integral, para
poder afrontar positivamente la enfermedad, en caso que esta nos suceda.

Lic. en Nutrición Stefanía Welschen. MP 16856

Sitios web consultados:
– https://www.academianutricionydietetica.org/noticia.php?id=113

– Inmunonutrición para Covid-19 ¿Realidad o ficción? Carlos Reyes Torres.
Nutrinfo. https://www.youtube.com/watch?v=HAmd6lGeb40
– COVID-19 Confinamiento e inmunidad:

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