En febrero de este año, el Ministerio de Salud de la Nación difundió una comunicación epidemiológica acerca de un brote de Fiebre Q en un establecimiento frigorífico de nuestra provincia. Desde el ICAB brindan la siguiente información acerca de esta enfermedad y qué medidas deben tomarse para prevenirla.
Qué es la Fiebre Q?
La Fiebre Q es una enfermedad provocada por la bacteria Coxiella Burnetti, la cual habita en animales domésticos como vacas, ovejas, cabras, pájaros y gatos. Algunos animales salvajes y garrapatas también portan dicha bacteria.
Las personas en riesgo de adquirir esta infección abarca a trabajadores de la industria cárnica, veterinarios, investigadores, procesadores de alimentos y personas responsables del cuidado de ganado.
Vías de transmisión
La Fiebre Q se transmite principalmente por vía aérea. Las personas se pueden infectar por inhalación de gotas, aerosoles y polvo contaminado durante el contacto con fluidos corporales (orina, líquido amniótico), heces o placenta de animales infectados con la bacteria. Por contacto directo con animales infectados y materiales contaminados tales como ropa o calzado, ó por el consumo de lácteos no pasteurizados contaminados.
Síntomas más frecuentes
Fiebre -pudiendo llegar hasta 40° C-, dolor de cabeza intenso, escalofrío, malestar general, dolor muscular, falta de apetito, sudoración, entre otros. En casos graves los pacientes presentan cuadros de neumonía o hepatitis. En las mujeres que se infectan durante el embarazo puede provocar aborto espontaneo. Un pequeño porcentaje de pacientes desarrolla Fiebre Q crónica.
Medidas de prevención
En las instalaciones donde se crían y/o faenan ovejas, vacas y cabras:
– Utilizar elementos de protección personal adecuados: guantes impermeables sin poros e imperfecciones, protección respiratoria con Mascarilla P-2 (N-95), calzado de seguridad impermeable que impida el contacto dérmico con los fluidos orgánicos, pecheras de goma, ropa de trabajo descartable o debidamente lavada y desinfectada.
– Promover el correcto lavado de manos de operarios; antes, durante y después de cada tarea. Debe ser con abundante agua potable y jabón, aplicando posteriormente una solución de alcohol gel al 70%.
– Contar con sistemas de ventilación adecuada en sitios de faena y procesamiento de animales involucrados.
– Implementar procedimientos de limpieza y desinfección adecuados en instalaciones y equipamiento.
– Consumir únicamente leche y productos lácteos que estén pasteurizados.
Fuente: ICAB