Esta celebración nace de una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que, en el año 2002 mediante resolución, solicitó a sus Estados miembros conmemorar el “Día Mundial de la Actividad Física”, con el objetivo de promover el movimiento y evitar el sedentarismo.
La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos, con el consiguiente consumo de energía. Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar caminar, andar en bicicleta, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos.
Con el lema de éste año: «Niño activo: Adulto saludable» se busca fomentar la actividad física desde los primeros años ya que los estudios realizados en el último tiempo, demuestran que esto mejora, no sólo la parte física sino también la función mental, generando una memoria más activa y sensación de bienestar.
Desde el Programa local “Crecer en Salud” se recomienda dedicar una mínima parte de cada día a realizar algún tipo de ejercicio, ya que la práctica regular de actividad física mejora la calidad de vida y actúa como factor protector de numerosas patologías.
La práctica de actividad física regular, disminuye el riesgo de padecer hipertensión, diabetes tipo 2 y muertes por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Además, reduce la incidencia de algunos tipos de cánceres y ayuda a mantener un peso saludable. Con relación a la salud mental, reduce el riesgo de demencia, mejora la función cognitiva, y los síntomas de ansiedad y depresión. En personas mayores reduce el riesgo de caídas y lesiones asociadas, además de mejorar la funcionalidad física.