Desde el Taller “Memoria Activa”, que se encuentra dentro del Programa “Crecer en Salud”, cuentan cómo se puede reducir el riesgo de tener alzhéimer.
La prevención consiste en llevar un estilo de vida saludable para conseguir envejecer mejor. Algunos consejos para prevenir la enfermedad:
1. Ejercicio físico:
Muchos estudios avalan que un ejercicio físico regular y no explosivo se asocia a un mantenimiento de la función cognitiva, y a un retraso del comienzo del alzhéimer. Un estudio desveló que el ejercicio aeróbico puede mejorar a corto plazo el rendimiento de adultos sanos en su memoria, atención y velocidad de procesamiento en comparación con la práctica de otro ejercicio no aeróbico, como los estiramientos o la tonificación.
2. La importancia de las relaciones sociales
Está demostrado que los sentimientos de autoeficacia y de autoestima, que conforman la denominada «actividad social», se relacionan con el mantenimiento de la función mental. Los estudios muestran que la integración social más activa serviría para neutralizar el estrés de la vida cotidiana y su efecto neuroquímico (hormonal), que no resulta demasiado bueno para el cerebro.
3. La estimulación mental
Hay estudios que indican que el incremento de los niveles de educación se asocia a una mayor probabilidad de mantener el buen funcionamiento cerebral en el tiempo. La pregunta sería si nos referimos a la educación en edad infantil y juvenil, o a una educación más prolongada en el tiempo; es decir, a cualquier edad, de tal manera que mantuviéramos una estimulación mental continua. Se han analizado tareas como leer libros, asistir a conferencias, participar en juegos de mesa, entre otras, y hay evidencia de un menor riesgo de deterioro cognitivo y de demencia si se realizan con asiduidad.
4. La prevención se extiende al terreno cardiovascular
Su papel es crucial en el deterioro mental asociado a la edad. Y, además, la gravedad de los síntomas cognitivos en personas con enfermedad de Alzheimer se incrementa sustancialmente por la existencia de factores de riesgo vasculares. Dichos factores son: hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes, enfermedades cardíacas y tabaquismo, siendo la diabetes el fundamental.
5. La salud entra por la boca
Algunos estudios apuntan que la ingesta de pescado al menos una vez por semana podría producir una reducción del 60% del riesgo de alzhéimer, así como un enlentecimiento del deterioro cognitivo. Mientras el consumo elevado de grasas saturadas y de cobre incrementaría sinérgicamente el deterioro cognitivo, los ácidos grasos omega 3 podrían relacionarse con un menor incremento de la enfermedad. Se deben incluir antioxidantes, vitamina C y E, y omega 3.
6. La importancia de la motivación
Hay que procurar ser felices, tener ilusión por vivir, por disfrutar de todo lo que te rodea, porque la propensión a la aflicción se ha relacionado con una aceleración del deterioro cognitivo. Enfermedades mentales como la depresión se han vinculado a una mayor atrofia (pérdida de neuronas) en una región del cerebro denominada hipocampo («puerta de entrada de las memorias») y otras regiones cerebrales. Cuidado también con la apatía, que a menudo se ignora o se confunde con depresión, pues la pérdida de interés y emociones es algo que está presente en casi la mitad de las personas con demencia.
ESTATINAS PROTECTORAS
Se considera que las estatinas pueden tener efectos protectores contra la demencia. Son tratamientos efectivos para la hipercolesterolemia (aumento de colesterol en la sangre), un factor de riesgo posible para la demencia vascular y la enfermedad de Alzheimer. Se asocia a la aterosclerosis, que supone un problema de las arterias y que da lugar a problemas de circulación cerebral. Hay que aclarar que no se trata de un tratamiento curativo, pero que reduciría el riesgo de desarrollar una demencia o retrasaría su aparición.