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25 de Mayo: Día de la Revolución de Mayo

El 25 de mayo de 1810 es una fecha crucial en la historia argentina, marcando el inicio de un proceso que llevó a la independencia del país.

¿Qué pasó el 25 de mayo de 1810?
El territorio que hoy conocemos como la República Argentina formaba parte del Virreinato del Río de la Plata, bajo dominio español. Sin embargo, los criollos, descendientes de colonizadores españoles, influenciados por las ideas de la Ilustración y la Revolución Francesa, comenzaron a aspirar a la independencia de España.

Contexto y Antecedentes
Mucho antes del 25 de mayo de 1810, ya se venían librando varias batallas para liberar el territorio, tanto de los españoles como de otros colonizadores, como los ingleses. Buenos Aires, siendo un centro neurálgico en el sur del continente, se convirtió en el epicentro de estas ideas revolucionarias. La revolución que se gestó allí tuvo un carácter municipal y fue liderada por hombres blancos con propiedades, quienes eran los únicos autorizados a participar en las decisiones políticas locales.

El 25 de mayo de 1810
El 25 de mayo de 1810, en el Cabildo Abierto de Buenos Aires, se produjo un evento decisivo: la renuncia del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y la formación de una junta de gobierno local. Esta junta estaba compuesta por siete criollos y dos españoles, siendo encabezada por el militar Cornelio Saavedra. Este nuevo gobierno juró lealtad al rey cautivo de España, Fernando VII, como una estrategia para ganar tiempo mientras se organizaban las fuerzas independentistas.

El Significado del Acto
Este acto del 25 de mayo de 1810 es considerado el «primer gobierno patrio» de Argentina. Representa el comienzo del proceso emancipador que, seis años después, culminó con la declaración de independencia el 9 de julio de 1816 en el Congreso de Tucumán, dando nacimiento a las Provincias Unidas de América del Sur.

La Participación Popular
Durante estos eventos, la historia relata que mujeres, hombres pobres, esclavos y niños esperaron bajo la lluvia en lo que hoy es la Plaza de Mayo, ansiosos por escuchar las decisiones que se tomaban en el Cabildo. Este aspecto resalta la naturaleza inclusiva y esperanzadora del movimiento revolucionario, a pesar de las limitaciones sociales de la época.

En resumen, el 25 de mayo de 1810 no solo marcó un hito en la historia argentina, sino que también puso en marcha un proceso que transformaría profundamente la región y sentaría las bases para la independencia y la formación de un nuevo país.

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