Remite a la música, a la cultura, a la identidad de los pueblos y se celebra el 22 de agosto en nuestro país y en todo el mundo.
El término «folklore» fue acuñado por el escritor e investigador inglés William John Thoms en 1846, en una carta enviada a la revista literaria londinense “Atheneum”.
Etimológicamente deriva de «folk» (pueblo, gente, raza) y de «lore» (saber, conocimiento) y se designa con esa palabra el «saber popular», el acervo cultural que se transmite de generación en generación.
La consagración oficial se logró en 1878 con la fundación de la Folk-lore Society, la primera Sociedad Folklórica de carácter científico dedicada al estudio de la cultura tradicional.
En 1887, la organización definió al folklore como “la ciencia que se ocupa de la supervivencia de las creencias y de las costumbres arcaicas en los tiempos modernos”.
En nuestro país, se recuerda además el 22 de agosto, aniversario del nacimiento del etnógrafo entrerriano Juan Bautista Ambrosetti (1865-1917), considerado como el “Padre de la ciencia folclórica”.
La fecha coincide, a su vez, con la realización en 1960 del Primer Congreso Internacional de Folclore presidido por el prestigioso folklorólogo salteño Augusto Raúl Cortazar.
Dicho encuentro, celebrado en Buenos Aires, reunió a expertos y representantes de 30 países, quienes instauraron la fecha como Día Nacional del Folclore, consolidando la importancia de esta disciplina.